martes, 1 de febrero de 2011

_ Words are playing_

A usted

A veces pienso si es que a un amor como el nuestro le falta silencio. Porque quien sabe, es posible que la poesía no sea la única verdad, es posible también que Cerati se equivoque. El silencio del que hablo, en todo caso, es la música precisa, el estado perfecto en el que no es necesario decir. Estamos acostumbrados, culturalmente a que es preferible el exceso, la sobra, pero volcarnos al minimalismo en ciertas situaciones puede ser lo ideal, ¿no le parece? La musicalidad de las sílabas, lo certero de dos palabras bien puestas, lo exacto del silencio que todo lo puede comunicar. Belleza.

Cuando no hay más que decirnos, se abren al aire vacíos que dos no pueden respirar, para desvanecerse alargando el después. Nada importa en la ciudad si nadie espera. Al final de cuentas nadie es perfecto. Y los pájaros serán árboles en lo idéntico de la soledad. Dejaré que seas fría, yo podría calentarte para abandonarme y renacer.
Recordarte es un hermoso lugar, amo tu lucidez, veo tu desnudez. Hoy el viento sopla a mi favor, voy a seguir haciéndolo. Cuando lo crea oportuno abrir un hueco en el futuro, fundir mi sueño con el tuyo y que por fin seamos uno entre mil.

Quiero tu lado salvaje, no necesito palabras, quiero sacarme las ropas que no me sirven de nada. Tu espalda es un arpa, tus piernas un coro. Fluir sin un fin más que fluir. Llévame a un lugar con parlantes. Avanzo y escribo, decido el camino.

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