domingo, 5 de junio de 2011

_transmission_

Yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú.
Subcomandante Marcos



A usted,

Hoy, saboreando el éxito de las últimas desgracias de la humanidad, decido regalarle el más preciado de los valores: la libertad. Así, explícitamente, con palabras, con las mías. Pero no se equivoque, no es libertad de mí. Y tampoco se complique, es tan sencillo como una declaración de amor, o de necesidad.

Los hombres somos criaturas caprichosas, seducidas por sentimientos de pertenencia a veces esclavizantes y absurdos. Nada de lo que yo quiero darle, o de lo que tengo planeado para los dos tiene, en alguna proporción, maldad. No se preocupe, solo tenga en cuenta que soy y siempre he sido un ave con alas dispuestas al vuelo. Le regalo el amor o la libertad, que al final de cuentas, son lo mismo.